¿Quieres tomar un
crucero, y el dinero apenas te alcanza para una cabina económica?
En este artículo te explico porque no siempre es razonable
pagar en un crucero por las cabinas más
caras (las que se encuentran en la parte más alta del barco), sobre todo si te
mareas fácilmente o si buscas privacidad… sigue leyendo!
En un barco, tu habitación se llama cabina o camarote, y
ésta puede ser tan lujosa como el mejor hotel, o tan pequeña como un armario (bueno,
es una exageración, pero algunas cabinas son francamente pequeñas). Tu
presupuesto es lo que determinará el tamaño y la ubicación que tendrá tu cabina,
por eso, es necesario que tengas claro qué es lo que quieres, y cómo quieres
que sea tu cabina.
Tanto si es tu primera vez en un crucero o bien si eres un asiduo
crucerista, debes conocer las limitaciones y realidades de estar en un barco.
Ese hotel flotante se mueve, ¡y en ocasiones bastante! Te lleva a tu destino, lo
que lo convierte en tu hogar por 3, 7, 10, o más días.
Como estarás navegando, debes saber que el barco se moverá. Hoy
en día, los estabilizadores modernos reducen el movimiento considerablemente.
Pero los fuertes vientos y el mar agitado pueden hacer que la experiencia a
bordo no sea tan perfecta como esperabas.
Este elemento es crucial a la hora de seleccionar la cabina ideal.
Las cabinas
exteriores superiores, están sujetas a un mayor movimiento durante la navegación,
mientras que en las cabinas interiores inferiores, se siente menos el movimiento.
Si haces la reservación a tiempo, podrás ver el
diseño del barco y escoger la cubierta de tu cabina y su posición, bien sea en el interior o en el exterior. Ahora bien, esto nos lleva a un punto obvio, ¿quieres una cabina con ventana?
diseño del barco y escoger la cubierta de tu cabina y su posición, bien sea en el interior o en el exterior. Ahora bien, esto nos lleva a un punto obvio, ¿quieres una cabina con ventana?
Si la respuesta es “Sí”, entonces una cabina exterior es tu
única opción. Pero, piénsalo bien, ¿cuál es tu lógica?
Si estás pensando en ver ocasionalmente por la ventana, ¿qué
vas a ver? durante la travesía, la respuesta obvia es: agua. Y eso es sólo
durante el día. Por la noche, el mar es casi negro. En el puerto, tendrás una
vista, pero depende de la posición que te toque, sobre la cual tienes poco
control. Cuando el barco está anclado fuera del puerto, lo más seguro es que
verás sólo el océano. En el puerto, podrías estar mirando hacia el mar o hacia
la ciudad, pero, una vez más, dependerá de la posición del barco. De cualquier
manera, verás algo… cuando estés en tu cabina.
Esto nos lleva a otra pregunta: ¿para qué vas a estar en tu cabina? Por lo general, deberías estar
en otra parte, como tomando el sol en cubierta, comiendo, visitando un puerto,
en el spa, o en los espectáculos. Tu cabina está pensada como un lugar para
dormir, cambiarte de ropa o bañarte. De lo contrario, estás desperdiciando tus
vacaciones.
El barco en sí tiene todas las comodidades que se requieren
para la diversión. Todas las áreas públicas tienen sillas, sofás y tumbonas
para relajarse. Si deseas tener una vista al mar o al puerto, hazlo desde la
cubierta del barco o en una silla plegable.
Quizás lo que quieres
es ver el mar desde el balcón en tu cabina, ¿cierto?
Puede ser, pero te advierto que hay poca intimidad en la
forma en que se colocan los balcones, que
de hecho son pequeños, apenas un par de metros de largo. Entonces tendrás que
irte a cubierta. Allí te puedes mover por los alrededores para tener las mejores
vistas. En tu cabina, no puedes. Y, como la ventana, son inútiles en la noche. Ten
en cuenta que están fuera y no tienen aire acondicionado o calefacción.
Finalmente, como son un lujo, las cabinas con balcón suelen ser bastante caras.
Esto se aplica al tamaño de la cabina, también. Las suites
son grandes y caras. Ofrecen mayor espacio con su sala de estar y todo lo demás,
pero considera con qué frecuencia vas a utilizar este espacio. Si la comparamos,
incluso con la cabina más pequeña, todas
tienen un sofá, una cama grande, un espacio para guardar las maletas,
televisión, ducha, armario, y algunas tienen nevera y caja fuerte en la pared.
Así que aquí están tus
opciones:
Cabinas interiores pequeñas para aquellos con un presupuesto
corto y buscando sentir poco movimiento del barco
Cabinas exteriores pequeñas con un ojo de buey o ventana que
tienen un precio un poco más alto.
Cabinas más grandes, en ambas zonas
Cabinas exteriores con balcón y suites, que es lo más
costoso.
Las cabinas que se encuentran en la cubierta más alta del
barco son las más caras. Pero también son en las que se siente más el movimiento
del barco. Haz un balance entre el costo versus tus necesidades, y piensa por
qué quieres una ventana. Algunos de los pasajeros más pudientes prefieren las cabinas
interiores para sentir menos el movimiento del barco.
Considera también la ubicación de los ascensores, los cuales
ocasionan ruido cuando la gente entra y sale, sobre todo los ascensores
ubicados cerca del teatro y los bares. Las cabinas más tranquilas son las que
están abajo, lejos de las zonas comunes.
Y una vez más, reserva con tiempo para que consigas las
mejores opciones. ¡Bon Voyage!
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