viernes, 7 de marzo de 2014

Cunard Line


¿Sabías que hace 40 años la única manera de viajar de Europa a América era por barco?
Hace menos de medio siglo los viajes en avión no eran tan populares como lo son hoy en día, y si querías cruzar el atlántico rápidamente y a todo lujo, tu mejor opción era con Cunard Line. En este artículo conocerás que a pesar de la evolución de los cruceros, una de las empresas más antiguas de viajes transatlánticos se mantiene fiel a sus tradiciones.    
Viajar en crucero se ha hecho muy popular, sobre todo en los últimos cinco años, y esta tendencia tal parece que va a continuar. Las líneas de cruceros anualmente están diseñando y lanzando barcos innovadores y de mayor tamaño, con más destinos exóticos y con las instalaciones más modernas. De hecho, los  cruceros actuales tienen muy poco que ver con las sofisticadas y elitescas opciones de antaño. Sólo una línea de cruceros, Cunard Line sigue siendo fiel a las tradiciones náuticas que la hicieron tan famosa en el ayer, y su flota se mantiene como la línea transatlántica de la era moderna.
La palabra “transatlántico” evoca imágenes del pasado: mujeres en tacones con vestidos glamorosos y caballeros de punta en blanco de pie en la cubierta en Southampton ondeando pañuelos y despidiéndose de sus familiares y amigos en el muelle.
¿Pero, cuál es la diferencia entre un viaje transatlántico y un crucero?
La diferencia principal es que los transatlánticos fueron construidos con el fin de que fueran veloces y estables, ya que su principal objetivo era cruzar el Atlántico. Antes de los viajes aéreos, se necesitaba hacer el recorrido lo más rápido posible, y algunos barcos conseguían velocidades de hasta 40 nudos, debido a sus cascos aerodinámicos y potentes motores. Con los años, Cunard Line ha producido algunos de los más grandes transatlánticos de Gran Bretaña, y está estrechamente asociada con grandes barcos como el Mauritania, Lusitania, Aquitania, Caronia,  sin olvidar el legendario Cunard Queens.
Tres barcos de Cunard, el Queen Mary 2, Queen Victoria y el Queen Elizabeth son el epítome del verdadero diseño transatlántico. Ellos pueden pasar a través de las olas del Atlántico Norte, manteniendo la velocidad y la estabilidad, con motores suficientemente potentes para alcanzar velocidades de hasta 30 nudos, aproximadamente un 30 por ciento más rápido que el barco de crucero promedio.
Cunard Line sigue siendo una de las más famosas líneas de cruceros británicas tradicionales y sus barcos navegan con regularidad la ruta transatlántica permitiéndole a los  pasajeros revivir y seguir disfrutando de la época dorada de los viajes transoceánicos.
Debido a que los vuelos transatlánticos son frecuentes, baratos y rápidos, los viajes oceánicos del Reino Unido a los EE.UU. se han vuelto obsoletos. El mercado de los cruceros sigue en expansión, pero la demanda es para los destinos más exóticos y de aventura, donde los pasajeros puedan hacer turismo  en tierra, en lugar de pasar sus vacaciones en el mar, literalmente, sin puertos de escala.
Sin embargo, los británicos son fanáticos del crucero, y una vez que han hecho uno, son pocos los que regresan a las vacaciones tradicionales en tierra. El viajero experimentado, aquel que ha explorado diversos puertos, descubrió que el mar es la manera más relajante de pasar los días de descanso, es por eso que la demanda de cruceros sigue siendo subiendo.
Cunard Line apostó por los viajes transatlánticos en lugar de los cruceros. Esto se debe a que ellos creen que atravesar el océano en barco es una parte importante de la historia británica y, mientras los pasajeros sigan disfrutándolos y solicitándolos, ellos seguirán ofreciéndolos. Cunard Line ha jugado un papel significativo en la historia de los viajes transatlánticos, desde la época de la emigración a los Estados Unidos, a la edad de oro de los transatlánticos. Hoy en día, se sienten orgullosos de seguir siendo los pioneros.
En Cunard Line se mantienen fieles a su herencia, y como británicos que son, ofrecen todas las tradiciones náuticas que rememoran los clásicos viajes del ayer, manteniendo las costumbres inglesas, como la hora del té, cubiertos de plata y las noches formales, todo esto en el entorno más lujoso. Sus barcos han sido diseñados para ofrecer travesías transatlánticas de lujo en veloces barcos de pasajeros.
Manteniendo la tradición de principios del siglo 20, los pasajeros se ubican en 1era y 2da clase, y los de las categorías más altas cenan en restaurantes que están restringidos a los pasajeros ubicados en camarotes regulares. Cunard Line apela a la nueva y vieja generación de entusiastas de los viajes por mar, que encuentran la tradición y el decoro como algo atractivo e irresistible, y se deleitan rememorando la edad de oro de los cruceros, con el estilo contemporáneo y único de Cunard.

En menos de 40 años, la sociedad casi se ha olvidado que los barcos fueron por mucho tiempo los únicos medios de transporte transoceánico, y es reconfortante saber que sigue siendo posible disfrutar de la majestuosidad de un barco de crucero de la vieja escuela,  y que una de las tradiciones más preciadas del Reino Unido todavía se mantiene para los nuevos viajeros, para los experimentados  y para todo aquel que simplemente no le gusta viajar en avión.

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