¿Sabías que hace 40
años la única manera de viajar de Europa a América era por barco?
Hace menos de medio siglo los viajes en avión no eran tan
populares como lo son hoy en día, y si querías cruzar el atlántico rápidamente
y a todo lujo, tu mejor opción era con Cunard Line. En este artículo conocerás
que a pesar de la evolución de los cruceros, una de las empresas más antiguas
de viajes transatlánticos se mantiene fiel a sus tradiciones.
Viajar en crucero se ha hecho muy popular, sobre todo en los
últimos cinco años, y esta tendencia tal parece que va a continuar. Las líneas
de cruceros anualmente están diseñando y lanzando barcos innovadores y de mayor
tamaño, con más destinos exóticos y con las instalaciones más modernas. De
hecho, los cruceros actuales tienen muy poco
que ver con las sofisticadas y elitescas opciones de antaño. Sólo una línea de
cruceros, Cunard Line sigue siendo fiel a las tradiciones náuticas que la
hicieron tan famosa en el ayer, y su flota se mantiene como la línea
transatlántica de la era moderna.
La palabra “transatlántico” evoca imágenes del pasado: mujeres
en tacones con vestidos glamorosos y caballeros de punta en blanco de pie en la
cubierta en Southampton ondeando pañuelos y despidiéndose de sus familiares y
amigos en el muelle.
¿Pero, cuál es la
diferencia entre un viaje transatlántico y un crucero?
La diferencia principal es que los transatlánticos fueron
construidos con el fin de que fueran veloces y estables, ya que su principal
objetivo era cruzar el Atlántico. Antes de los viajes aéreos, se necesitaba
hacer el recorrido lo más rápido posible, y algunos barcos conseguían
velocidades de hasta 40 nudos, debido a sus cascos aerodinámicos y potentes
motores. Con los años, Cunard Line ha producido algunos de
los más grandes transatlánticos de Gran Bretaña, y está estrechamente asociada
con grandes barcos como el Mauritania, Lusitania, Aquitania, Caronia, sin olvidar el legendario Cunard Queens.
Tres barcos de Cunard, el Queen Mary 2, Queen Victoria y el
Queen Elizabeth son el epítome del verdadero diseño transatlántico. Ellos
pueden pasar a través de las olas del Atlántico Norte, manteniendo la velocidad
y la estabilidad, con motores suficientemente potentes para alcanzar
velocidades de hasta 30 nudos, aproximadamente un 30 por ciento más rápido que
el barco de crucero promedio.
Cunard Line sigue siendo una de las más famosas líneas de
cruceros británicas tradicionales y sus barcos navegan con regularidad la ruta
transatlántica permitiéndole a los pasajeros
revivir y seguir disfrutando de la época dorada de los viajes transoceánicos.
Debido a que los vuelos transatlánticos son frecuentes,
baratos y rápidos, los viajes oceánicos del Reino Unido a los EE.UU. se han
vuelto obsoletos. El mercado de los cruceros sigue en expansión, pero la
demanda es para los destinos más exóticos y de aventura, donde los pasajeros
puedan hacer turismo en tierra, en lugar
de pasar sus vacaciones en el mar, literalmente, sin puertos de escala.
Sin embargo, los británicos son fanáticos del crucero, y una
vez que han hecho uno, son pocos los que regresan a las vacaciones
tradicionales en tierra. El viajero experimentado, aquel que ha explorado
diversos puertos, descubrió que el mar es la manera más relajante de pasar los
días de descanso, es por eso que la demanda de cruceros sigue siendo subiendo.
Cunard Line apostó por los viajes transatlánticos en lugar
de los cruceros. Esto se debe a que ellos creen que atravesar el océano en
barco es una parte importante de la historia británica y, mientras los
pasajeros sigan disfrutándolos y solicitándolos, ellos seguirán ofreciéndolos.
Cunard Line ha jugado un papel significativo en la historia de los viajes
transatlánticos, desde la época de la emigración a los Estados Unidos, a la
edad de oro de los transatlánticos. Hoy en día, se sienten orgullosos de seguir
siendo los pioneros.
En Cunard Line se mantienen fieles a su herencia, y como
británicos que son, ofrecen todas las tradiciones náuticas que rememoran los
clásicos viajes del ayer, manteniendo las costumbres inglesas, como la hora del
té, cubiertos de plata y las noches formales, todo esto en el entorno más
lujoso. Sus barcos han sido diseñados para ofrecer travesías transatlánticas de
lujo en veloces barcos de pasajeros.
Manteniendo la tradición de principios del siglo 20, los
pasajeros se ubican en 1era y 2da clase, y los de las categorías más altas cenan
en restaurantes que están restringidos a los pasajeros ubicados en camarotes
regulares. Cunard Line apela a la
nueva y vieja generación de entusiastas de los viajes por mar, que encuentran
la tradición y el decoro como algo atractivo e irresistible, y se deleitan rememorando
la edad de oro de los cruceros, con el estilo contemporáneo y único de Cunard.
En menos de 40 años, la sociedad casi se ha olvidado que los
barcos fueron por mucho tiempo los únicos medios de transporte transoceánico, y
es reconfortante saber que sigue siendo posible disfrutar de la majestuosidad
de un barco de crucero de la vieja escuela,
y que una de las tradiciones más preciadas del Reino Unido todavía se
mantiene para los nuevos viajeros, para los experimentados y para todo aquel que simplemente no le gusta
viajar en avión.
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